El cerebelo
Tras la anterior publicación sobre la formación hipocampal, en las próximas entradas iremos descubriendo nuestro cerebro poco a poco. En este caso la estructura es el cerebelo.
El nombre de cerebelo procede del latín cerebellum o "cerebro pequeño". Forma parte del Sistema Nervioso Central (SNC) y se encuentra oculto entre el lóbulo occipital y el tronco del encéfalo. Está formado aproximadamente por 100 mil millones de neuronas en el ser humano, superando el total de la corteza cerebral y su forma recuerda a un ovillo de lana aplanado.
Su organización fue descrita inicialmente por Santiago Ramón y Cajal en 1888. Posteriormente, con técnicas de microscopia más avanzadas, se hicieron evidentes otros detalles no observados con anterioridad.
Lo que une el cerebelo al resto del encéfalo son tres tractos llamados pedúnculos cerebelosos. Tiene múltiples conexiones con diferentes partes del córtex cerebral que envían información sobre los movimientos del cuerpo. Junto con los ganglios basales, interacciona con el sistema sensoriomotor, coordinando y modulando su actividad.
La superficie del cerebro se puede clasificar en tres partes diferenciadas: dos hemisferios y la vermis. Vermis significa gusano por la forma que asemeja.
Su corteza está formada por materia gris,
compuesta de tres capas y por sustancia blanca en la cual encontramos cuatro pares de núcleos. Las 3 capas que posee son:
-La capa molecular: es la capa más externa y es donde se encuentran los axones de las células granulares (fibras paralelas) También encontramos interneuronas.
- La capa formada por células de Purkinge: formado por los cuerpos de las células de Purkinje, las únicas células de proyección de la corteza cerebelosa.
-La capa granular: es la más interna y está formada por gran numero de interneuronas.
En cuanto a los núcleos profundos, en el interior de la sustancia blanca podemos encontrar 4 pares de núcleos de sustancia gris:
- Núcleo dentado. El cerebelo envía el resultado del análisis de la información de la corteza motora sobre el inicio del movimiento. Está involucrado en el aprendizaje de nuevos patrones motores
- Núcleos interpuestos (emboliforme y globoso). Se encarga del movimiento de brazos y manos (sistema rubroespinal). También del aprendizaje de nuevos patrones motores.
-Núcleo fastigio o del techo. Se ocupa del equilibrio y de funciones automáticas del movimiento.
-Núcleo pontino. Comunica la corteza frontal de asociación y la motora primaria con la zona lateral del cerebelo.
Su función principal es la de integrar las vías sensitivas y las vías motoras (el cerebelo integra toda la información sensible que recibe para controlar las órdenes que la corteza cerebral manda al aparato locomotor). Por tanto, el cerebelo parece estar particularmente involucrado en la organización temporal de secuencias de comportamientos complejos, como los que participan en la fabricación y el uso de herramientas.
Está relacionado con la coordinación, ajuste y control del movimiento, al modular la información
proveniente de la médula espinal y del tallo cerebral. Además, el aprendizaje motor se debe a mecanismos de neuroplasticidad sináptica en la corteza y núcleos profundos del cerebelo. Otras
investigaciones han mostrado que el cerebelo se activa durante eventos que no implican el control del movimiento.
El cerebelo está conectado con zonas del sistema límbico, por ejemplo con la amígdala, por lo que tiene la capacidad de intervenir en la regulación de los estados emocionales que van apareciendo. Así por ejemplo, tiene que ver con la creación de asociaciones entre sensaciones y sentimientos, lo cual sirve como apoyo para futuros aprendizajes.
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